Causas y prevención

Los síntomas pueden ser debidos a diferentes causas, las cuales pueden hacer variar el tipo de pruebas que le hagan, el pronóstico y el tratamiento.

 

El tipo más común es el ictus isquémico, que sucede cuando se altera la llegada de la sangre a las diferentes zonas del cerebro. La alteración de la circulación provoca que las células cerebrales del área afectada mueran por falta de riego sanguíneo, es decir, por falta de oxígeno (isquemia).

Esta alteración puede ser debida al estrechamiento o bloqueo de las arterias que van al cerebro, y es un proceso conocido como arteriosclerosis o ateromatosis. Puede producir el taponamiento de las arterias con la formación de un coágulo, que impide el paso de la sangre (trombosis cerebral). A veces el coágulo proviene del corazón y hablamos de embolia cerebral. Hay otras causas de alteración de las arterias, como por ejemplo la vasculitis.

Un ictus hemorrágico es aquel en que las arterias se rompen debido, generalmente, a elevaciones de la presión arterial o bien a una malformación previa, y la sangre se filtra por el cerebro causando daños.
Un tipo particular de hemorragia es cuando la mayor parte del sangrado está en la superficie del cerebro y se llama hemorragia subaracnoidea.

Las malformaciones más frecuentes son los aneurismas -que es una bolsa formada por la dilatación de las paredes de una arteria en un punto delimitado- y las malformaciones arteriovenosas (MAV) que se atribuyen, generalmente, al desarrollo anómalo del sistema vascular cerebral.
 

Prevención

La prevención dependerá del tipo de ictus que haya sufrido y siempre requerirá consejo médico. En general, y especialmente en el caso del ictus isquémico, que es el más frecuente, se recomienda:

  • ​ Seguir una dieta equilibrada.
  • ​ Evitar la obesidad.
  • ​ Hacer el ejercicio físico que le recomiende el médico y adoptar estilos de vida saludables.
  • ​ No fumar.
  • ​ Limitar el consumo de alcohol.
  • ​ Controlar, con la ayuda de su médico, las enfermedades que aumenten el riesgo de ictus: hipertensió arterial, diabetes, colesterol elevado (dislipemia) y enfermedades del corazón.

Es muy importante seguir todas las recomendaciones que le haga el equipo de profesionales que le atiende. Pregunte si tiene alguna duda. Tome los medicamentos indicados por el médico.